ADN Inversionista

Tener dinero no hace a la persona inversionista. Inversionista es quien toma la decisión de colocar recursos objetivamente y no por presión, quien busca valor y no apuestas. Inversionista es quien busca valor para el largo plazo y no para el día siguiente.

Buscamos empresas valiosas y tendremos una reinversión constante, por eso nuestros socios tienen el ADN Inversionista:

Decidir ser un buen inversionista es una decisión que requiere confianza y autenticidad. En este proceso existen inversionistas, traders y apostadores. La diferencia es clara: mientras el trader busca discrepancias en precios y ganancias rápidas, y el apostador busca divertirse y presumir con grandes riesgos; el inversionista tiene el optimismo paciente y objetivo de saber que busca resultados reales a largo plazo.

Cuando se habla del ADN de un inversionista se sabe que no es algo fácil de desarrollar. No porque se tenga el capital se es inversionista, se necesita de paciencia, frialdad y objetivos claros. Si bien un buen inversionista reconoce que necesita de suerte, gran parte conlleva entender sus posibilidades y reaccionar de manera objetiva, así como de aprender a mejorar hábitos y procesos de inversión.

Dentro de estos procesos también entiende que en un evento la calidad del resultado no define la calidad de la decisión; pero en el largo plazo, en una mayor muestra de eventos, la calidad del resultado sí habla de la calidad del proceso de decisión.

Así pues, tener un proceso sostenible es clave, ya que los buenos inversionistas funcionan con rendimientos a largo plazo. Es importante que este proceso se pueda repetir, pero sobre todo, que pueda adaptarse con el paso del tiempo. Es indispensable entender que las oportunidades de inversión no son ni serán las mismas con el paso del tiempo; los principios podrán permanecer, pero el detalle técnico para la decisión tendrá que adaptarse y modificarse todo el tiempo.

A continuación, las características que conforman el ADN del inversionista.

Un buen inversionista tiene seguridad y autenticidad en sus decisiones, sabe también que la actualización de sus procesos y hábitos es indispensable como fundamento de sus decisiones de inversión.

Los pilares indispensables son:

- Toma de decisiones: los medios suelen romantizar las decisiones emocionales o bajo presión, sin embargo un buen proceso de decisión requiere de un análisis con frialdad.

- Plan y adaptación: es importante comenzar el proceso de inversión con un objetivo claro y con principios de dónde se quiere invertir los recursos pero, aún más importante, tener la capacidad de adaptar el plan en pro de mejorar; aunque la estrategia del año pasado haya sido brillante, este año puede no funcionar igual.

- Capacidad de aprendizaje: en este proceso las reglas cambian constantemente, por ende, las habilidades del inversionista deben ser igual de adaptables; debe saber escuchar y actualizarse también, saber de todo un poco y de poco mucho.

Principios

Todo ADN debe tener una base de cimientos que formarán el día a día para la toma de decisiones, estos principios son los más importantes para cualquier inversionista.

- Valor económico y social: donde se decida invertir, se debe considerar como prioridad el valor para todos los grupos de intereses.

- Buscar la verdad: es la raíz de toda buena toma de decisiones, sin importar la primera opinión hipótesis o de dónde venga la información, la prioridad es la verdad. Incluso teniendo en mente que 2 cosas opuestas pueden ser verdad y tras un tiempo, también pueden dejar de serlo.

- Optimismo frío: hay que ser optimistas y ágiles en el proceso de inversión para capitalizar las mejores oportunidades.

- Capital humano: aunque se invierta en empresas, todas las actividades involucran personas detrás; por eso es clave conocer la cultura y los líderes de esos negocios. Es importante considerar también qué tanto esfuerzo involucra esta inversión para decidir si es buena opción.

- Autenticidad: en este proceso se tienen opciones y aunque válidas, la confianza y autenticidad son esenciales para saber que se decide lo mejor para el inversionista en cuestión, no para terceros.

- Observar: las mejores decisiones no siempre parecen obvias sino hasta que se vean en retrospectiva años después.

- Alineación: los intereses de todas las partes involucradas deben estar alineados para que sea más probable un ganar-ganar. Por eso es importante entender que en las inversiones el juego no es finito, no se compite para ganar o perder; se compite con uno mismo, por mejorar y avanzar hacia un objetivo mayor, independientemente del lugar que tenga la competencia.

Portafolio y oportunidades

Como un buen inversionista sabe, su portafolio debe tener las siguientes cualidades.

- Objetivos: en el diseño de portafolio lo más importante será tener claro el objetivo, no todas las inversiones son para todos los inversionistas.

- Retorno sobre esfuerzo: hay que saber evaluar qué esfuerzo implica una inversión, y en base a eso decidir si realmente es algo conveniente en este momento.

- Diversificación: las inversiones se hacen en distintos sectores, es importante que siempre se genere un rendimiento aún y cuando en alguna inversión el resultado no sea óptimo.

- Relación de inversiones: se sabe que un mismo portafolio puede tener distintos objetivos y distintos tipos de inversión, es importante entender las relaciones causa raíz de cada una de ellas.

- Costos: mantener siempre los costos e impuestos en el mínimo es esencial, para que entonces, se goce de un retorno real favorable.

Decisiones

En todo ADN de un buen inversionista, se encuentran además de confianza y autenticidad, las siguientes cualidades.

- Paciencia: se debe confiar en el proceso que se decidió pero con la capacidad de adaptarse y entendendiendo que los resultados exponenciales siempre parecerán lentos al principio.

- Entiende el juego: en el póker, las decisiones se toman con probabilidades porque realmente no se conocen todos los datos; mientras que en el ajedrez, se toman con mayor conocimiento y entendiendo que pueden existir consecuencias de Segundo y Tercer Grado, es decir, con reacciones a nuestras acciones. Entiende tu proceso.

- Análisis: es clave analizar las situaciones con base en evidencias, entendiendo la causa raíz del tema en cuestión.

- Agilidad: un buen análisis es necesario, pero también es importante entender cuándo es suficiente análisis e información para tomar una decisión.

Invirtamos en Personas y Empresas (no acciones)

Para quien tiene el ADN Inversionista es que creamos Buhox Capital, ya que sabemos que la mejor opción de inversión es a largo plazo; y aunque uno de los mejores vehículos son las empresas, elegirlas y administrarlas, es un reto.

Si bien tienen el potencial de generar un retorno exponencial con pérdidas limitadas y generar valor social, el determinar cuánto y cuándo invertir en ellas, es de gran importancia para el éxito de la inversión. Estos son los factores a tomar en cuenta durante este proceso:

- Calidad: generada a través de las decisiones (o no decisiones) de los líderes del negocio. Al analizar la causa raíz de una buena empresa siempre estarán los resultados financieros, que a su vez, dependerán de su gente, de su capacidad de solución, cultura, cómo invierten o desinvierten en productos, industrias y oportunidades en general.

- Empresas “aburridas”: las inversiones aburridas y menos concurridas son las que suelen tener grandes retornos de inversión.

- Antifragilidad: las mejores empresas son aquellas que son resistentes en tiempos adversos, pero que además destacan en ellos.

- Historias: se debe conocer qué buscan los líderes de la administración y a dónde quieren llegar para alinear los objetivos de inversión con ellos.

- Resultados económicos*: si la empresa tiene un buen resultado económico, para que el inversionista tenga el retorno ideal el precio a pagar será clave. La elección del precio debe ser con un análisis intrínseco (y no relativo) que viene de los flujos que es capaz de generar la inversión en relación al riesgo que esto implica.

  • Un buen resultado económico proviene de que su Retorno sobre Capital Invertido (ROIC por sus siglas en inglés) sea siempre mayor al Costo del Capital Promedio Ponderado (WACC por sus siglas en inglés). Si existe una diferencia positiva entre el ROIC y WACC, el crecimiento se vuelve importante. En el largo plazo, el retorno de la inversión se asemeja al ROIC de la empresa.

Si tienes el ADN inversionista, Buhox Capital es tu casa.

Jorge I. Casares Zambrano

Gestor de Portafolios, Asesor en Inversiones y Asesor de Empresas. Profesor de Cátedra en el ITESM Campus Monterrey.

Anterior
Anterior

Warren Buffet, pionero del capital permanente?