¿Cuánto vale mi empresa?

Entender cuánto vale una empresa es un gran reto y existen muchas creencias. Estas creencias pueden funcionar en algún momento del cíclo económico o en ciertas industrias, pero para entender el valor de cualquier empresa en cualquier momento, hay que entender las bases.

Una empresa es una inversión y cómo cualquier inversión que genera flujos, el valor viene de la suma de flujos futuros traídos a valor presente. Es decir, cuánto flujo pudiera generar en relación a su riesgo. Ya sea una casa que paga una renta o una empresa que pagará dividendos, el valor viene de cuánto es capaz de generar. Aquí el riesgo significa la probabilidad de que se genere un flujo menor o mayor a lo esperado. Es relativamente confiable el recibir rendimientos de CETES, un poco menos en una casa y menos en una empresa. Entre menor certero sea el flujo futuro, mayor la tasa de descuento (y por ende, menor el valor relativo).

Por otro lado una empresa tiene el potencial de generar más flujos de lo esperado a diferencia de un bono del gobierno, esto también tiene valor.

Es común escuchar que el valor de una empresa es 5 veces EBITDA o 1 vez ventas o 7 veces Utilidad Neta y aunque esto es una buena aproximación, hay que entender qué significa. El múltiplo es útil para hacer valuaciones relativas, es decir, cuando existen dos empresas similares en operación pero ligeramente diferentes en tamaño, comprar su valuación con múltiplos puede ser útil. Este múltiplo debe ajustarse si la calidad del negocio es distinta, si la situación económica cambió o si el nivel de apalancamiento implica un alto nivel de riesgo.

Al entender el valor de la empresa, es importante entender cuál es el fujo que pudiera ser de los inversionistas. Los flujos de una empresa vienen después de utilidades, pago de impuestos y la reinversión necesaria para continuar operando. Es por eso que el EBITDA, pudiera ser engañoso. Un margen EBITDA del 25% suena muy alto pero si el negocio requiere que se reinvierta el 90% de los flujos, quizás cambie el valor.

La valuación de un negocio viene de los flujos y su riesgo. Para cambiar esto hay principalmente tres variables: crecimiento, retorno sobre capital invertido y costo de capital.

No todo el crecimiento es valioso. Si se invirtieron $100 para generar un $1 adicional de flujos, aunque el negocio venda más, vale menos.

Por otro lado, el costo de capital es el costo de oportunidad de lo invertido. Tradicionalmente se considera la tasa libre de riesgo y la prima de mercado pero en realidad también hay que considerar el riesgo intrínseco del negocio.

En otra conversación está el tema de precio, que es a cuánto se puede comprar y vender un negocio. El valor es intrínseco y sobre una misma empresa, dos la valuarán de manera distinta. El precio será en cuánto se comprará y venderá la empresa donde entran otros factores a consideración.

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